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Las producciones artísticas permiten conocer la historia de nuestro territorio, son memoria y espejo de realidades del presente y futuro de individuos y del país.

En estas líneas compartimos con ustedes pensamientos y motivaciones de artistas que han realizado propuestas donde ellos mismos encuentran posiciones o ideas sobre resistencia. Es indispensable leer de primera mano los conceptos que construyen estas propuestas y los textos escritos por ellos, estos se encuentran acompañados de escritos que contextualizan la época, el entorno geográfico, situaciones políticas y sociales que inspiraron, afectaron e hicieron mella en cada una de estas mentes sensibles.

Los artistas que aparecerán a lo largo de este recorrido, tras los acontecimientos que vivieron de manera personal, decidieron reaccionar de manera pacífica para con ello abrir espacios de reflexión donde intentan señalar, detener o cambiar lo sucedido, en pos de construir un mundo mejor.

“Las artes del cuerpo se plantean como actos de resistencia al control sobre la vida. Pero como dice Deleuze, no es el Hombre el que se resiste. Es la vida misma, es el cuerpo como potencia de vida el que se resiste. Las artes del cuerpo aparecen en el límite de la guerra, tal vez cuando las palabras y las formas representativas ya no son suficientes y se requiere experimentar con todas las posibilidades expresivas para decir lo indecible”. (Pabón, 2000).

La resistencia es innata a cualquier ser vivo que se encuentra en peligro y que es consciente de su responsabilidad en medio de la comunidad. Las prácticas de RESISTENcia nacen a partir de estados de emergencia donde las sociedades se organizan para defender los intereses comunes.

La resistencia está asociada con aguantar, soportar, o tolerar; pero oponerse, frenar, detener son acciones más acertadas dentro de una sociedad justa y equilibrada. Todo organismo vivo se resiste a morir y a vivir, la humanidad se resiste a sí mismo a desaparecer y a perdurar, nos resistimos al sistema, con nuestro cuerpo cuando levantamos la mano, nos resistimos con huelgas de hambre, amarrados, amordazados, nos oponemos a la injusticia, a la violencia, a las multinacionales, a los cultivos transgénicos, intentamos detener el uso de la fuerza o de las balas; nos resistimos con acciones de desobediencia civil y pacífica generando una conciencia colectiva, activa y comprometida en la construcción de normas para nuestra vida en comUNIDAD.

No podemos negar que todo lo que producimos está influenciado por lo que sucede en nuestro entorno, esto significa que somos hijos de lo que acontece, de nuestros actos y de nuestra indiferencia. Hemos permitido que seres humanos, gobiernos, multinacionales, bancos y pequeños intereses dominen nuestras vidas, así como el destino de la sociedad. Sin embargo en medio de todo siempre han existido seres capaces de hacernos ver una salida, una luz... incluso cuando ellos mismos estaban ciegos, sordos, mudos, asustados o derrotados.

Las artes han sido, son y serán una salida, además de un espejo, un refugio, un escudo, y una herramienta para defendernos en medio de la injusticia, la desigualdad, la opresión, la intolerancia, la envidia, la avaricia, la ansiedad de poder, así como de las estrategias de control sobre la vida.

Miles o tal vez millones de personas en la historia han utilizado medios plásticos para concientizar o más bien para oponerse ante lo que afecta al individuo, a la comunidad y al planeta; por ello dedicamos estas líneas a esos héroes invisibles que han asumido su creación para preservar la memoria, honrar a los caídos, venerar a los defensores de derechos, hacernos ver qué pasa, abrir espacios de reflexión y darnos la oportunidad de imaginar el mundo que merecemos.

Nuestro recorrido no es solo por autores, obras de arte, exposiciones, festivales, bienales, técnicas, estilos, pensamientos o sentimientos, sino más bien por hechos de nuestra historia que han motivado a que se dé un grito o muchos gritos en silencio, un llamado de alerta o se produzcan señales de humo que avisen en la distancia que está pasando o que va a pasar. Este espacio recopila una serie de propuestas acompañadas de textos de sus autores que dejan ver qué motivó a estos hombres, mujeres y seres, qué los tocó, que los lastimó, que los confrontó, que los con-movió, para registrar, decir, documentar, compartir, denunciar y crear acciones con sus cuerpos o performances que dan testimonio de un tiempo, lugar y momento histórico que nos tocó vivir.

Prácticas de Resistencia se refiere a ejercicios, investigaciones y producciones que hablan de territorio, género, problemáticas sociales, políticas, culturales, personales y comunitarias que han inspirado a muchos artistas, convirtiéndose en ejemplo para miles de seres humanos que trabajan por el mundo que merecemos. En medio de la resistencia vemos como muchos poemas, textos literarios, grabados, pinturas, canciones, obras de teatro y performances narran los sucesos de diversas épocas, convirtiéndose en la memoria de comunidades que se han resistido para sobrevivir. La gran mayoría de producciones son el resultado de su contexto geográfico y de un tiempo determinado, lo que significa que tienen un valor histórico que deja ver qué le afecta, que defiende, porque lucha, así como las estrategias que utilizan estas prácticas de resistencia.

El performance es una herramienta que utiliza el cuerpo para hablar de la vida, desde la vida misma, por consiguiente se convierte en un medio que se resiste a lo que atenta contra la vida.

“Así, en la vida uno muchas veces cree andar perdido, cuando en realidad siempre caminamos con un rumbo fijo, en ocasiones determinado por nuestra voluntad más visible, pero en otras, quizá más decisivas para nuestra existencia, por una voluntad desconocida aun para nosotros mismos, pero no obstante poderosa e inmanejable, que nos va haciendo marchar hacia los lugares en que debemos encontrarnos con seres o cosas que, de una manera o de otra, son, o han sido, o van a ser primordiales para nuestro destino, favoreciendo o estorbando nuestros deseos aparentes, ayudando u obstaculizando nuestras ansiedades, y, a veces, lo que resulta todavía más asombroso, demostrando a la larga estar más despiertos que nuestra voluntad consciente”. (Ernesto Sábato, 2000).